viernes, 15 de enero de 2016

Parpadeo

Es la semana de los huesos dolidos
y el frío en la nuca
de los besos que no calientan
pero nos crean una corteza
que alguien más reventará.
Mi cuerpo es una tubería perforada.
Hace días que no te miro a la cara,
ni de reojo, como solía hacer antes
aunque sé que tienes las manos sudadas
cuando piensas en mí.
Tu voz me llega
profunda
desde otro mundo
y me golpea ahí
donde tus dedos dejaron marcas.
Debería haberte mordido más fuerte
para que te acordaras de mí
de tus elecciones
algunas no tan acertadas
y sus consecuencias agrias.
Todas nos llevan a otro territorio
desconocido
para que sigamos descubriendo
lo que somos.
Ahora que ni las miradas furtivas nos distraen
paso la toalla por donde más duele
y parpadeo.

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