miércoles, 20 de enero de 2016

Misma sangre

Ni planchar
ni fregar platos
nos da placer
ella estudia técnicas para abrir
la piel
sin que nadie se dé cuenta
quiere saber si su sangre
sabe igual a la mía.
Ni cocinar
ni tender la ropa
nos sosiega
yo busco historias
e invento otros destinos.
Ni la mesa de cerezo
ni la encimera de mármol
nos aplacan los nervios
ahí nos sentamos
antes de ir a buscar caricias.
Somos retorcidas
y tenemos maneras
tan parecidas
de serlo
que nos damos miedo.
Nos han contado las mismas mentiras,
ni fe
ni esperanza,
eso fue.

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